Frena la Curva

 El primer proyecto HIP

Unas semanas después de haber entregado la primera versión del informe “Instituciones que Aprenden” para la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, cuyo producto principal era el HIP (Hexágono de la Innovación Pública), la pandemia llegó súbitamente a Europa.

Cuando decidimos impulsar una respuesta desde el LAAAB, inicialmente pensando en el ámbito regional de nuestra competencia (Aragón, España) que canalizara la energía social contra la crisis, tomamos una serie de decisiones que fueron determinantes para que aquella plataforma que acabábamos de bautizar Frena la Curva terminara impactando en más de 20 países, creando 18 nodos nacionales, implicando a más de 2.000 personas de 300 organizaciones, produciendo más de 100 proyectos piloto de impacto social, constituyendo el mayor repositorio de innovación social contra la pandemia en habla hispana y levantando varios mapas que facilitaron la organización de redes de solidaridad con los más vulnerables.

Diseño HIP

La clave de este virtuoso proyecto fue que aplicamos el HIP en su diseño inicial:

 

OPEN: No nos limitamos a las fronteras de Aragón, ni tampoco a que fuera un código cerrado. Todo lo compartimos en código abierto y en tiempo real. Y estoy permitió que se propagara a la misma velocidad que el propio virus. El propio código de Ushahidi por Kaleidos – el software que utilizamos en el mapa- era libre y abierto.

TRANS: No quisimos que fuera una respuesta institucional, de arriba abajo, desde el saber experto. Implicamos desde el minuto uno a emprendedores, activistas, laboratorios, voluntarios, hackers, expertos… creando equipos transdisciplinares de todas las partes del mundo.

FAST: Nos enfocamos en que fuera ágil y por eso en 24 horas teníamos levantada la plataforma. En 72 horas ya había más de 200 colaboradores de toda España y una semana ya estábamos abriendo nodos en Colombia y México. En 8 semanas habíamos llegado a 22 países.

PROTO: Uno de los focos principales de Frena la Curva fue experimentar con proyectos piloto. Desde la Centralita de Donaciones Ciudadanas a Libros que Unen, más de 100 proyectos por otros tantos equipos, a través de convocatorias como Laboratorios Distribuidos o Desafíos Comunes, que inspiraron algunas similares como Laboratorios de Emergencia en Brazil o Co-Construyendo el mañana en Chile. Fue clave toda la experiencia de Medialab Prado y los LABIC.

CO: Frena la Curva fue colaborativo desde el principio, experimentando con una gobernanza híbrida (Institucional/grupo de trabajo en asamblea) y una acción anfibia, con aportaciones de empresas privadas, organizaciones sociales e instituciones públicas.

TEC: Lo digital fue absolutamente clave en la creación de las redes y las herramientas. No obstante, nada hubiera sido posible sin las redes previas de confianza y afecto mutuo creadas durante tantos años.

Documental Frena La Curva